Me duele en el alma no estar hoy en Valencia pero problemas laborales y personales no me
lo permiten –puedo aportar certificado médico (de mi psiquiatra) y la recomendación de
mi abogado (por ahora laboralista)-. Eso no me impide seguir en el empeño quijotesco de la
asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales de España de denunciar la
irresponsabilidad, insensatez e insensibilidad de los políticos sin alma que boicotean la Ley
de Dependencia utilizando como rehenes a las personas más vulnerables.

Descarga todo el texto desde aquí: