Nuevatribuna.es, 21 de octubre de 2012
La Asociación Estatal de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales de España indica que actualmente hay 99.333 personas pendientes de valoración, 237.885 en el «limbo de la dependencia», 476 plazas residenciales menos y 1.534 usuarios de ayuda a domicilio menos.El Sistema de Dependencia perdió un total de 4.676 beneficiarios
en este mes de octubre con respecto a septiembre, según ha denunciado la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales de España, un descenso que refleja que el Sistema «se destruye por inanición».
A juicio de la asociación, este descenso se ha producido «seguramente» porque los beneficiarios han fallecido y denuncian que «ni siquiera» se haya destinado «el ahorro que eso supone para dar esa prestación o servicio a una de las 237.885 personas que se encuentran en el ‘limbo de la dependencia», es decir, personas a las que se les ha reconocido el derecho pero no se les ha dado ninguna prestación o servicio correspondiente.
Cuantifican que el recorte en este mes se eleva a casi 4 millones de euros y ha supuesto el despido de unos 700 trabajadores
Por ello, lamentan que «ni siquiera» se mantenga la tasa de reposición al atender a los que están en el Sistema de Dependencia -recortando las prestaciones, reduciendo horas de servicio y aumentando el copago, según la asociación- y no se dé cobertura a quienes están en la lista de espera o puedan entrar en la misma.
La asociación también ha denunciado la existencia de 3.450 grandes dependientes menos que el mes anterior ya que, en su opinión, «se están forzando las valoraciones y revaloraciones para que den un menor grado de dependencia y por tanto reducir el coste». En este punto, han subrayado que los dos años y medio de plazo que las comunidades autónomas pueden aplicar después del Real decreto de 15 de Julio «hará que decenas de miles de personas con derecho mueran sin ser atendidas».
En palabras del presidente de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales de España, José Manuel Ramírez, «el destrozo total del sistema se vislumbra tan evidente que solo caben dos valoraciones posibles: o continúa una demolición cruel y calculada de la Ley de Dependencia o bien se está cometiendo una torpeza de tal calibre que exigiría la dimisión de más de un responsable ministerial».