Pocos asuntos de Estado alcanzan tanto consenso y son de tanta urgencia social como la atención a las personas en situación de dependencia. Y, sin embargo, hasta finales del pasado año hemos asistido a recortes inmisericordes, promesas incumplidas y falsas expectativas.
Ni siquiera en un año marcado por la pandemia, que ha afectado de manera terrible a las personas en situación de dependencia (248.751 personas con solicitud de dependencia fallecieron en 2020, el exceso de mortalidad asciende a 52.835 fallecimientos más de lo esperado), se incrementó el presupuesto con un solo euro en una medida extraordinaria.
En el año de la COVID-19 se inicia la quinta fase, la del retroceso del Sistema. La pandemia ha condicionado este retroceso en muchos aspectos, los principales indicadores no mantuvieron ni siquiera la tasa de reposición y se paralizaron las nuevas valoraciones como la puesta en marcha de nuevos servicios o prestaciones.
Las tasas de variación de 2020, respecto a los datos del año anterior, son todas negativas:
Por primera vez desde el año 2014 se ha reducido el número de personas consideradas en situación de dependencia, hay 28.564 menos reconocidas en situación de dependencia que al inicio del año. 43.794 solicitudes menos (-2,3%). 26.157 resoluciones menos (-1,7%).
Además, únicamente se han incrementado en 9.047 las personas que reciben servicios o prestaciones del sistema, lo que supone un retroceso del 86% del aumento de atenciones del año 2019 y un retroceso del 91% respecto a 2018. Por primera vez en toda la serie histórica el Sistema de Atención a la Dependencia ha disminuido empleo generado, se han perdido7.000
puestos de trabajo
El impacto del Covid -19 en el Sistema de atención a la Dependencia ha sido catastrófico, retrocediendo en los indicadores importantes a septiembre de 2019 y generando mucho dolor, sufrimiento y muerte a miles de personas en situación de dependencia y sus familias.
Durante 2020 fallecieron 55.487 personas en las listas de espera de la dependencia. 21.005 personas pendientes de resolución de grado de dependencia y 34.370 sin haber podido ejercer sus derechos derivados de la condición de persona en situación de dependencia. No fallecieron por esa causa, pero sí lo hicieron con la expectativa incumplida de ejercer sus derechos y recibir atenciones. Esto supone que diariamente fallecen más de 152 personas dependientes sin haber llegado a recibir prestaciones o servicios. Si hubiese un índice de sufrimiento, ellos/as y sus familiares y cuidadores/as ocuparían los primeros puestos.
Entre marzo y diciembre de 2020, 45.338 personas fallecieron en lista de espera, sin ser atendidas.
Durante los meses de marzo a diciembre de 2020, fallecieron 145.398 personas con resolución de prestación de dependencia. De ellas el 42,5% eran personas beneficiarias con atención residencial.
Esto ha contribuido notablemente a la reducción de la lista de espera, tanto es así que de las 35.592 personas que han abandonado la lista de espera de resolución de prestación, entre marzo y diciembre, el 86,88% lo han hecho como consecuencia del fallecimiento de la persona pendiente de atención. Dicho de otro modo, la lista de espera de personas
pendientes de resolución de prestación se ha reducido en gran medida debido al fallecimiento de las personas…